¿Eres amante de la sidra y te encanta disfrutar de su sabor tradicional? Si es así, tenemos la solución perfecta para ti: un escanciador de sidra manual casero. Con este ingenioso dispositivo, podrás escanciar la sidra como lo hacen los expertos asturianos, logrando así una experiencia única llena de tradición y sabor.
¿Cómo funciona el escanciador de sidra?
Los escanciadores eléctricos de sidra funcionan de forma sencilla y divertida. Estos aparatos están diseñados para facilitar el proceso de escanciar la sidra, que es una práctica tradicional en Asturias y otras regiones de España. El escanciador cuenta con una bomba eléctrica en su interior, que se encarga de bombear la sidra con la fuerza suficiente para que la sidra «rompa» en el vaso al ser servida.
El objetivo de este proceso es oxigenar la sidra y potenciar su aroma y sabor. Al escanciar la sidra de esta manera, se consigue que la bebida caiga desde cierta altura, lo que permite que se oxigene en el camino y se mezcle con el aire, logrando así una mayor expresión de sus propiedades organolépticas. Además, el escanciador eléctrico agiliza el proceso de servicio, ya que se evita tener que levantar la botella y verter la sidra manualmente.
¿Cómo se sirve la sidra?
El servicio de la sidra es un proceso que requiere cierta habilidad y técnica para garantizar una experiencia óptima al beber esta tradicional bebida asturiana. Para comenzar, se debe colocar el dedo meñique en el culo de la botella, sosteniéndola en posición horizontal. Luego, se ubica el pulgar en la parte inferior de la botella y los tres dedos restantes en la parte superior, asegurando un agarre firme.
Una vez que se tiene el agarre correcto, se levanta el brazo, manteniéndolo erguido. A continuación, se inicia el escanciado de la sidra, vertiéndola en el vaso desde cierta altura. El objetivo principal del escanciado es que la sidra se agite y se airee, lo que permite que su gas carbónico natural se despierte y se libere. Es importante que el líquido golpee en el borde del vaso, nunca directamente sobre la propia sidra, para generar las burbujas de anhídrido carbónico que realzan el aroma de la bebida.
El escanciado es una característica distintiva de la sidra y forma parte de la tradición y cultura asturiana. A través de este proceso, se busca resaltar los sabores y aromas de la sidra, creando una experiencia única al beberla. El servicio adecuado de la sidra contribuye a realzar sus cualidades y a disfrutar plenamente de esta deliciosa bebida.
¿Por qué se escancia la sidra?
Si hay algo característico en la sidra es la forma de servirse, ya que se escancia, es decir, se hace que el líquido golpee contra el borde del vaso. Este gesto, conocido como escanciar, tiene varias razones y beneficios. En primer lugar, ayuda a oxigenar la sidra, lo que resalta su aroma y sabor. Al escanciar la sidra, se rompe la carbonatación que se produce durante la fermentación y se libera el dióxido de carbono, permitiendo que los aromas se desprendan y se aprecien mejor.
Otra razón por la que se escancia la sidra es para eliminar posibles impurezas o sedimentos que puedan haberse formado durante el proceso de fermentación. Al golpear el líquido contra el borde del vaso, se favorece la decantación de estas partículas, evitando que lleguen a la boca del consumidor.
Además, escanciar la sidra es una parte importante de la tradición y cultura asturiana. Se trata de un gesto que se realiza de forma ritual, con una técnica específica que requiere habilidad y destreza. El escanciado se ha convertido en una forma de arte en sí misma, y es considerado un símbolo de identidad para los asturianos.
¿Qué son los escanciadores de sidra?
Los escanciadores de sidra son tanto las personas encargadas de llevar a cabo el acto de escanciar la sidra como los aparatos utilizados para facilitar o realizar este proceso. Escanciar consiste en verter la sidra desde una botella a un vaso o copa, dejando caer el líquido desde cierta altura para que se oxigene y se libere su aroma y sabor característicos.
En cuanto a los aparatos escanciadores, existen diferentes tipos. Por un lado, están los escanciadores manuales, que suelen ser un recipiente de vidrio o cerámica con una boquilla en la parte inferior y una pequeña abertura en la parte superior por donde se introduce la sidra. El escanciador manual permite controlar la cantidad de sidra que se vierte en el vaso y la altura desde la que cae, para obtener la oxigenación deseada.