La elección de un sistema de calefacción eficiente y económico es fundamental para mantener un ambiente cálido y confortable en nuestro hogar durante los meses más fríos del año. Una opción cada vez más popular es la estufa infrarroja de bajo consumo, que utiliza tecnología avanzada para generar calor de manera eficiente y reducir significativamente los costos de energía. En este artículo, exploraremos cómo funciona este tipo de estufa, sus beneficios y las mejores opciones disponibles en el mercado.
¿Cuánto gasta una estufa de infrarrojos?
Una estufa de infrarrojos es una opción eficiente y económica para calentar espacios pequeños. Estas estufas funcionan mediante la emisión de radiación infrarroja, que calienta directamente los objetos y personas en la habitación en lugar de calentar el aire circundante.
El consumo de energía de una estufa de infrarrojos varía en función de su potencia y el tiempo de uso. En promedio, una placa de calefacción por infrarrojos consume alrededor de 0,5 kWh. Si utilizamos este aparato durante 8 horas al día, el consumo diario sería de 4 kWh.
Teniendo en cuenta el precio medio de la luz, que actualmente está en 0,28 €/kWh, el costo diario de utilizar una estufa de infrarrojos sería de 1,12 €. Es importante tener en cuenta que estos valores son estimaciones y pueden variar dependiendo de la tarifa eléctrica contratada y el consumo real de cada hogar. Sin embargo, en general, las estufas de infrarrojos son una opción eficiente y económica en comparación con otros sistemas de calefacción.
¿Qué tipo de estufa consume menos electricidad?
Según Edesur, los dos tipos de calefactores que menos consumen y generan menos impacto en la factura de electricidad son los radiadores eléctricos y los paneles calefactores. Estos dispositivos son cada vez más populares debido a su eficiencia energética y su capacidad para calentar de manera uniforme y rápida.
Los radiadores eléctricos son una opción muy eficiente, ya que convierten la electricidad en calor de manera directa. No requieren de ningún tipo de combustible adicional y su funcionamiento es silencioso. Además, su diseño compacto y portátil permite colocarlos en diferentes habitaciones según se necesite.
Por otro lado, los paneles calefactores son otra opción económica y eficiente. Estos dispositivos funcionan mediante la emisión de calor a través de paneles de cerámica o vidrio, lo que permite una distribución uniforme del calor en la habitación. Además, su diseño delgado y elegante les permite integrarse fácilmente en cualquier decoración.
¿Qué significa que una estufa sea infrarroja?
Una estufa infrarroja es un tipo de estufa que utiliza la radiación de rayos infrarrojos para generar calor. A diferencia de las estufas convencionales que calientan el aire de la habitación, las estufas infrarrojas emiten calor directamente sobre los objetos y las personas cercanas a ellas. Esta radiación infrarroja es invisible al ojo humano, pero tiene la capacidad de penetrar en los objetos y calentarlos de manera eficiente.
La tecnología infrarroja utilizada en estas estufas se basa en la emisión de ondas electromagnéticas de baja frecuencia, que generan calor al entrar en contacto con los objetos. Esto significa que no es necesario calentar todo el aire de la habitación para sentir el calor, ya que las personas y los objetos absorben directamente la radiación infrarroja y se calientan. Además, este tipo de estufas no producen corrientes de aire, lo que las hace ideales para personas que sufren de alergias o problemas respiratorios.
¿Cómo puedo saber si una estufa eléctrica es de bajo consumo?
Para identificar qué estufas eléctricas son de bajo consumo, lo que tenemos que buscar es que su certificado energético sea de tipo A. Con esta etiqueta se identifican aquellos electrodomésticos que tienen un consumo hasta un 50% menor que los de certificación de tipo B.
Además del certificado energético, también es importante tener en cuenta otros aspectos que pueden influir en el consumo de energía de una estufa eléctrica. Por ejemplo, es recomendable elegir una estufa con termostato, ya que permite regular la temperatura de forma más precisa y evita un consumo excesivo. También es aconsejable optar por estufas con sistemas de apagado automático, que se activan cuando se alcanza la temperatura deseada o cuando detectan que no hay nadie en la habitación.