En los meses de invierno, mantener el agua caliente en casa es esencial para nuestro confort. Uno de los sistemas más comunes para calentar el agua es el termo eléctrico, pero ¿sabías que también puedes proteger y aislar tu calentador eléctrico con una funda termo eléctrico exterior?
Una funda termo eléctrico exterior es una solución práctica y económica para mejorar la eficiencia energética de tu calentador eléctrico. No sólo protege el termo de los agentes externos, como la lluvia o el frío, sino que también ayuda a mantener el agua caliente durante más tiempo, reduciendo así el consumo de energía y ahorrando dinero en tu factura eléctrica.
En este artículo, te mostraremos todo lo que necesitas saber sobre las fundas termo eléctrico exteriores, desde sus características y beneficios hasta cómo elegir la adecuada para tu termo eléctrico. También te presentaremos algunas opciones disponibles en el mercado, con sus precios y opiniones de usuarios satisfechos.
¿Cómo se usa un termo eléctrico?
Para usar un termo eléctrico, primero debes asegurarte de que esté correctamente instalado y conectado a la red eléctrica. Una vez que esté listo, debes llenar el termo con agua fría a través de la entrada de agua. Es importante que la presión del agua no supere la presión máxima recomendada por el fabricante.
Una vez que el termo esté lleno, debes encender la resistencia eléctrica. Esto se puede hacer a través de un interruptor en el propio termo o mediante un interruptor en la pared. La resistencia comenzará a calentar el agua y el termostato controlará la temperatura para evitar que el agua se caliente demasiado.
Es importante tener en cuenta que el tiempo que tarda el termo en calentar el agua depende de su capacidad y de la temperatura inicial del agua. Por lo general, un termo eléctrico puede tardar entre 1 y 3 horas en calentar completamente el agua. Una vez que el agua haya alcanzado la temperatura deseada, la resistencia se apagará automáticamente y el termo mantendrá el agua caliente en su interior hasta que la necesites.
¿Cómo proteger un termo eléctrico en el exterior?
Para proteger un termo eléctrico en el exterior, es recomendable tomar algunas medidas. En primer lugar, es importante evitar la exposición directa a la luz solar. La radiación solar puede causar daños en el termo, como el deterioro de las partes plásticas o el sobrecalentamiento del agua. Una opción para proteger el termo de la luz solar es colocar una sombrilla o una pantalla que bloquee los rayos solares directos. Esto ayudará a mantener una temperatura constante en el termo y prolongará su vida útil.
Además de protegerlo de la luz solar, es esencial mantener el termo alejado de la lluvia y la nieve. Estos elementos pueden filtrarse a través de las juntas y causar daños en el circuito eléctrico del termo. Para evitar esto, se puede colocar una cubierta impermeable sobre el termo o ubicarlo en un área protegida, como un cobertizo o un garaje. De esta manera, se reducirá el riesgo de que el termo sufra daños por la exposición a la intemperie.
Otra medida importante es mantener el termo limpio y libre de polvo. El polvo y la suciedad pueden acumularse en el exterior del termo y afectar su eficiencia. Para limpiarlo, se puede utilizar un paño suave y agua jabonosa. Es importante evitar el uso de productos químicos agresivos o abrasivos, ya que pueden dañar el revestimiento del termo. Mantener el termo limpio ayudará a mantener su rendimiento óptimo y prolongará su vida útil.
¿Dónde poner el termo?
Los termos son perfectamente colocables en tu cuarto de baño. Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas medidas de seguridad para su correcta ubicación. En primer lugar, se recomienda colocar el termo a una distancia de al menos 0,6 metros de la ducha o bañera. Esto se debe a que, si el termo se encuentra demasiado cerca de la zona de agua, existe el riesgo de que alguien pueda alcanzar los interruptores del mismo mientras se encuentra debajo del agua, lo cual podría ocasionar un accidente.
Además, es importante asegurarse de que el termo esté colocado en una zona accesible y de fácil mantenimiento. Debe estar instalado en una pared resistente y estable, preferiblemente cerca de una toma de agua y de una salida de desagüe. También es recomendable que esté ubicado en un lugar donde no haya riesgo de que se golpee o se dañe accidentalmente.
¿Dónde se puede instalar un termo eléctrico?
Los termos eléctricos se pueden instalar en diferentes lugares de la vivienda, pero es importante tener en cuenta algunas consideraciones. En primer lugar, es recomendable ubicar el termo en un lugar de fácil acceso para su mantenimiento y revisión. Por lo tanto, es común encontrarlos instalados en el cuarto de baño, ya que es el lugar donde se suele utilizar el agua caliente con mayor frecuencia.
Sin embargo, es importante tener en cuenta medidas de seguridad al momento de instalar el termo eléctrico. Se recomienda colocarlo a una distancia mínima de 0,6 metros de la ducha o bañera, para evitar que nadie pueda alcanzar los interruptores del termo mientras se encuentra bajo el agua. Además, es importante asegurarse de que la instalación cumpla con las normativas vigentes y que se realice por personal especializado, para evitar cualquier tipo de problema o riesgo.
¿Qué hay dentro de un termo eléctrico?
El termo eléctrico es un dispositivo utilizado para calentar agua de manera eficiente y rápida. En su interior, encontramos varias piezas fundamentales que permiten su funcionamiento. Una de estas piezas son las resistencias, que se encargan de calentar el agua. Estas resistencias están fabricadas con materiales que tienen una alta resistividad eléctrica y son capaces de generar calor cuando se les aplica una corriente eléctrica. En el caso de los termos eléctricos, suelen haber dos resistencias, una para calentar la parte superior del agua y otra para calentar la parte inferior.
Otra pieza fundamental que encontramos en el interior del termo eléctrico es el termostato. El termostato es un dispositivo que regula la temperatura del agua dentro del termo. Existen dos termostatos en el termo eléctrico, uno que controla la temperatura superior y otro que controla la temperatura inferior. Estos termostatos permiten ajustar la temperatura del agua según las necesidades del usuario y aseguran que el agua se mantenga a la temperatura deseada.