Si estás buscando la manera de optimizar el espacio en tu baño sin sacrificar el estilo y la funcionalidad, los lavabos esquineros son la solución perfecta. Estos lavabos, diseñados especialmente para ajustarse en las esquinas de tu baño, ofrecen una alternativa práctica y estética para aprovechar al máximo cada centímetro disponible. En este post te mostraremos una selección de lavabos esquineros preciosos que se adaptarán a tu estilo y necesidades, sin dejar de lado el factor económico.
¿Cuánto mide un lavabo de esquina?
Un lavabo de esquina es una opción ideal para maximizar el espacio en un baño pequeño. Estos lavabos están diseñados para encajar perfectamente en la esquina de la habitación, lo que permite aprovechar al máximo cada centímetro disponible.
En cuanto a sus dimensiones, un lavabo de esquina típico tiene un ancho de 44 cm y un largo de 52 cm. Estas medidas compactas hacen que sea una elección perfecta para baños con espacio limitado. Además, su forma redonda le da un aspecto elegante y moderno.
En términos de funcionalidad, los lavabos de esquina suelen tener orificios para grifo en el centro, lo que permite una fácil instalación. También vienen en diferentes colores, siendo el blanco el más común, ya que se adapta a cualquier estilo de decoración.
¿Qué tipos de lavabos hay?
Existen diferentes tipos de lavabos que se pueden elegir para el baño, dependiendo del estilo y las necesidades de cada persona.
En cuanto al material, se pueden encontrar lavabos de cerámica, porcelana, piedra, metal, cristal, cemento y carga mineral. Los lavabos de cerámica son los más comunes y económicos, además de ser fáciles de limpiar. Los lavabos de porcelana son similares a los de cerámica, pero suelen ser más resistentes y duraderos. Los lavabos de piedra, como el mármol o el granito, tienen un aspecto elegante y natural, pero requieren un mayor cuidado. Los lavabos de metal, como el acero inoxidable o el cobre, tienen un estilo moderno y son muy duraderos. Los lavabos de cristal son una opción más delicada y sofisticada, que puede dar un toque de elegancia al baño. Los lavabos de cemento son una opción más industrial y moderna, que se adapta a estilos de decoración más contemporáneos. Por último, los lavabos de carga mineral son una opción ecológica y sostenible, fabricados a partir de materiales reciclados.
En cuanto a los tipos de lavabos, se pueden encontrar lavabos de pedestal, que son independientes y se apoyan en un pedestal; lavabos de encimera, que se instalan sobre una encimera o mueble; lavabos suspendidos, que se cuelgan de la pared y dejan el suelo libre; lavabos sobre encimera, que se instalan sobre la encimera sin necesidad de empotrar; y lavabos empotrados, que se instalan en el mueble del baño. Cada tipo de lavabo tiene sus ventajas y desventajas, por lo que es importante tener en cuenta el espacio disponible, el estilo decorativo y las preferencias personales para elegir el lavabo adecuado.
¿Qué medidas tienen los lavabos?
Los lavabos suelen tener dimensiones estándar que varían según el modelo y el fabricante. En general, las medidas más comunes para los lavabos de baño oscilan entre 50 y 65 cm de ancho y 42 y 50 cm de profundidad. Estas dimensiones son ideales para adaptarse a la mayoría de los cuartos de baño, ya que proporcionan suficiente espacio para lavarse las manos sin ocupar demasiado espacio en la habitación.
Si tienes un cuarto de baño pequeño, es posible que quieras considerar un lavabo más compacto. Algunos modelos de lavabos pequeños tienen dimensiones de alrededor de 45 cm de ancho y 35 cm de profundidad. Estos lavabos son ideales para cuartos de baño con espacio limitado, ya que ocupan menos espacio y permiten un mejor aprovechamiento del espacio disponible.
Es importante tener en cuenta que las dimensiones del lavabo no incluyen el espacio adicional necesario para la instalación del grifo y la tubería. Por lo tanto, asegúrate de dejar suficiente espacio alrededor del lavabo para permitir una instalación adecuada.
¿Cómo se llamaban los baños antiguos?
Otro nombre para los lavabos antiguos era «lebrillos». Estos lavabos eran utilizados principalmente en casas antiguas y eran de cerámica o porcelana. Tenían una forma redonda y eran utilizados para lavarse las manos y la cara. En muchos casos, estos lavabos eran empotrados en una encimera o soporte de madera o hierro.
Además de los nombres ya mencionados, también se les conocía como «cuenca», especialmente cuando eran de porcelana o cerámica. Algunos modelos incluso tenían un soporte o pedestal, y en este caso se les llamaba «lavatorios». Estos lavabos eran muy comunes en los baños antiguos y tenían un diseño clásico y elegante.