Queso parecido al idiazabal: el sabor del País Vasco.

Queso Ossau-Iraty es una variedad de queso de oveja con características similares al queso Idiazabal. Esta deliciosa opción de queso se produce en la región de Ossau-Iraty en el suroeste de Francia y en el País Vasco francés. Es un queso que se elabora tradicionalmente con leche de oveja de las razas Manech y Basco-Bearnesa.

El queso Ossau-Iraty se caracteriza por su sabor suave y cremoso, con un ligero toque de nuez. Su textura es firme pero suave, lo que lo hace perfecto para disfrutar tanto en tabla de quesos como en platos cocinados. Además, este queso tiene una corteza natural que le aporta un sabor adicional.

En cuanto a su presentación, el queso Ossau-Iraty se presenta en forma de rueda con un diámetro de aproximadamente 20 a 25 cm y un peso de 2 a 3 kg. Su corteza es de color marrón claro y su interior es de color marfil.

El queso Ossau-Iraty se puede encontrar en diferentes formatos y precios. Aquí te presentamos algunas opciones:

  1. Formato:
  2. Queso entero

    • Peso: 2 kg
    • Precio: 30-35 euros
  3. Formato: Queso en cuñas
    • Peso: 400 g
    • Precio: 8-10 euros
  4. Formato: Queso rallado
    • Peso: 200 g
    • Precio: 4-6 euros

El queso Ossau-Iraty es una excelente opción para los amantes del queso que buscan probar algo similar al queso Idiazabal. Su sabor y textura lo convierten en un acompañamiento ideal para diferentes platos y también se puede disfrutar solo. ¡No dudes en probarlo!

¿Cómo se llama el queso del País Vasco?

El queso más famoso del País Vasco es el Queso Idiazábal. Este queso ha logrado varios premios a nivel nacional e internacional debido a su sabor inconfundible. Está elaborado a partir de leche pura de oveja de lacha (latxa) y/o carranzana sin mezclar ni pasteurizar, lo que le da un carácter único.

El proceso de elaboración del queso Idiazábal es completamente artesanal. La leche se cuaja con cuajo natural y se moldea manualmente. Luego, se ahúma en frío durante un mínimo de dos semanas con maderas de haya y/o cerezo, lo que le proporciona su característico sabor y aroma. El queso se presenta en forma de cilindro, con una corteza natural y color amarillo pálido, mientras que su interior es compacto y de color amarillo marfil.

El queso Idiazábal se puede disfrutar tanto en lonchas como en trozos, y es perfecto para acompañar con pan, membrillo, nueces o vino tinto. Además, es un ingrediente muy versátil en la cocina, ya que se puede utilizar en la preparación de diferentes platos, como tortillas, ensaladas, pintxos o gratinados. Sin duda, es un auténtico tesoro gastronómico del País Vasco.

¿Dónde se produce el queso de Idiazabal?

El queso de Idiazabal se produce en la zona del País Vasco y Navarra, a excepción de los municipios que forman parte del Valle del Roncal. Es un queso con Denominación de Origen Protegida, lo que significa que su producción está regulada y debe cumplir con ciertos requisitos para poder llevar esta denominación.

El queso de Idiazabal se elabora únicamente con leche de oveja de las razas Latxa y Carranzana, sin mezcla alguna y sin pasteurizar. Esto le brinda un sabor y textura únicos. Además, debe pasar por un proceso de maduración de al menos dos meses para desarrollar todas sus características.

La zona de producción de este queso es de gran importancia, ya que el clima y la vegetación de estas regiones influyen en la calidad y sabor del queso. La tradición y conocimientos transmitidos de generación en generación también contribuyen a su excelencia.

¿Cuánto pesa un queso Idiazabal?

¿Cuánto pesa un queso Idiazabal?

El queso Idiazabal es un queso de origen vasco, concretamente de la región de Navarra y el País Vasco. Se elabora principalmente con leche de oveja latxa y carranzana, que le confiere su característico sabor y textura. Este queso se presenta en forma de rueda y su peso puede variar entre 1 y 3 kilos.

El proceso de elaboración del queso Idiazabal es muy meticuloso y requiere de una cuidada selección de la leche, así como de una maduración adecuada. El queso se somete a un proceso de curación de al menos 2 meses, aunque para extraer las mejores cualidades se recomienda un plazo óptimo de entre cuatro y ocho meses, según el gusto personal. Durante este tiempo, el queso adquiere su sabor característico, con matices ahumados y notas lácteas.

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