Injertar plantas es una técnica utilizada desde hace siglos para mejorar la salud y la productividad de los árboles frutales y ornamentales. Y una herramienta esencial para realizar injertos de forma precisa y eficiente son las tijeras de injertar. En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre estas tijeras, desde sus características y tipos hasta cómo utilizarlas correctamente. ¡Sigue leyendo para descubrir por qué las tijeras de injertar son imprescindibles para cualquier jardinero o agricultor!
¿Qué herramientas se utilizan para injertar?
Para realizar un injerto, se utilizan varias herramientas específicas que facilitan el proceso. A continuación, se detallan algunas de las principales herramientas utilizadas en el injerto:
– Cuchilla de injertar: Esta herramienta es similar a una navaja y tiene un diseño específico para cortar y dar forma a las ramas, yemas o tallos que se van a injertar. Es importante que la cuchilla esté bien afilada para obtener cortes precisos y limpios.
– Tijeras de injertar: Estas tijeras son necesarias para realizar cortes más pequeños y precisos en las partes que se van a injertar. Permiten obtener un corte limpio y evitar dañar las ramas o yemas.
– Hilo o cinta de injertar: Estos materiales se utilizan para unir y sujetar las partes que se van a injertar. El hilo o la cinta deben ser flexibles y resistentes para asegurar una sujeción adecuada y favorecer la unión de los tejidos.
– Pasta vegetal selladora: Esta pasta se utiliza para sellar los cortes y evitar la entrada de patógenos o la pérdida excesiva de humedad. La pasta selladora protege los tejidos y favorece la cicatrización del injerto.
– Piedra de afilar o asentar: Estas herramientas se utilizan para mantener el filo de las cuchillas y tijeras de injertar. Es importante mantener las herramientas afiladas para obtener cortes limpios y precisos.
¿Cuándo es buen tiempo para injertar?
La época para realizar injertos en las plantas depende del clima y de la especie en cuestión. Algunos injertos se llevan a cabo en pleno invierno, cuando las plantas están en reposo y la actividad de la savia es mínima. Sin embargo, la mayoría de los injertos se realizan durante el período en que la savia de las plantas está en plena actividad. Este período suele ser desde marzo, al principio de la subida de la savia, hasta septiembre, cuando comienza a descender.
Es importante tener en cuenta que cada especie tiene sus propias necesidades y preferencias en cuanto a la época de injertar. Por ejemplo, los cítricos suelen injertarse en primavera, cuando las temperaturas son más cálidas y la savia fluye con mayor facilidad. Por otro lado, los árboles frutales como los manzanos y los perales se injertan en invierno, cuando las plantas están en reposo y es más fácil manipular las ramas.
¿Qué tipos de árboles se pueden injertar?
Los árboles frutales son uno de los tipos de árboles más comunes que se injertan. Esto se debe a que el injerto permite combinar las características deseables de dos variedades diferentes en un solo árbol. Por ejemplo, se puede injertar un manzano sobre otro manzano para obtener frutas más dulces o resistentes a enfermedades específicas. Del mismo modo, se puede injertar un olivo sobre otro olivo para obtener aceitunas de mejor calidad o mayor rendimiento.
Otro tipo de árboles que se pueden injertar son los árboles de nueces, como el nogal. Al igual que los árboles frutales, el injerto en los nogales permite mejorar la calidad y la cantidad de nueces producidas. También se puede injertar un avellano sobre otro avellano para obtener avellanas más grandes o resistentes a condiciones climáticas adversas.
¿Cómo se llevan a cabo los injertos?
Los injertos se llevan a cabo mediante un proceso en el cual se corta un trozo de tejido de una planta, conocido como injerto o vástago, y se une a otra planta, llamada portainjerto. Para realizar el injerto, se realiza un corte en forma de V en el tallo del portainjerto y otro corte similar en el injerto. Luego, se unen ambos cortes de manera que los tejidos internos estén en contacto y se sujeta firmemente con una cinta o clip.
La unión del injerto con el portainjerto permite que los tejidos se fusionen y se formen conexiones que permiten el transporte de agua, nutrientes y hormonas entre las dos plantas. Esto hace que el injerto crezca y se desarrolle utilizando los recursos del portainjerto. Además, el injerto hereda las características de la planta donante, lo que puede incluir rasgos como resistencia a enfermedades, adaptabilidad a ciertos climas o calidad de los frutos.
¿Cuál es el injerto más efectivo?
El injerto Inglés o de lengüeta es una de las técnicas de injerto con mayor probabilidad de éxito utilizadas en la multiplicación o propagación vegetal de variedades de cerezo, ciruelo, olivo, vid, peral, manzano, nogal, castaño, entre otros. Esta técnica consiste en la unión de dos partes de una planta, la parte aérea o injerto y la parte subterránea o patrón, mediante un corte en forma de lengüeta en ambos elementos. Luego, se unen las dos partes, asegurando la coincidencia de los tejidos cambiales, que son los encargados de transportar la savia elaborada y bruta a través de la planta.
La efectividad del injerto Inglés se debe a que las dos partes del injerto se adaptan perfectamente entre sí, permitiendo un flujo adecuado de savia y nutrición. Además, esta técnica garantiza una mayor compatibilidad entre el injerto y el patrón, lo que reduce el riesgo de rechazo y permite un crecimiento y desarrollo óptimos. Es importante destacar que el éxito del injerto también depende de factores como la elección adecuada del patrón, la época del año en la que se realiza el injerto y las condiciones ambientales en las que se lleva a cabo.