Si estás buscando una vitrocerámica de alta calidad para tu cocina, la Schott Ceran es la opción perfecta. Con su tecnología innovadora y diseño elegante, esta vitrocerámica se destaca entre las demás en el mercado. En este post, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la vitrocerámica Schott Ceran, incluyendo sus características, ventajas y, por supuesto, su precio. ¡No te lo pierdas!
¿Qué significa Schott Ceran?
SCHOTT CERAN® es una marca líder en la fabricación de vitrocerámicas para cocinas. Fue la primera vitrocerámica negra del mundo y se caracteriza por su diseño elegante y su durabilidad. La composición de SCHOTT CERAN® está compuesta por un 21% de óxido de aluminio y un 72% de arena de cuarzo, lo que la convierte en un material sostenible. Estos materiales se fusionan utilizando una tecnología patentada, que garantiza una superficie lisa y resistente.
Además de su aspecto estético, SCHOTT CERAN® también se destaca por su alta resistencia al calor y a los arañazos. Puede soportar temperaturas de hasta 700 grados Celsius, lo que la hace ideal para cocinar a altas temperaturas. También es resistente a los impactos y a las manchas, lo que facilita su limpieza y mantenimiento. SCHOTT CERAN® ofrece una amplia gama de diseños y colores, lo que permite personalizar la cocina según los gustos y necesidades de cada persona.
¿Cuánto tiempo dura una placa de vitrocerámica?
Por lo general, una placa de vitrocerámica bien cuidada puede durar entre 8 a 10 años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ciertos factores pueden acortar su vida útil. Uno de los principales factores que pueden afectar la duración de una placa de vitrocerámica es el uso constante. Si se utiliza con frecuencia y se somete a un uso intensivo, es probable que se desgaste más rápidamente. Además, el sobrecalentamiento también puede ser perjudicial para la placa, ya que puede dañar los componentes internos y provocar fallos en su funcionamiento.
Para asegurar una mayor vida útil de la placa de vitrocerámica, es recomendable seguir algunas pautas de cuidado. En primer lugar, es importante limpiarla regularmente y de manera adecuada. Se deben utilizar productos de limpieza específicos para vitrocerámicas y evitar el uso de utensilios afilados que puedan rayar la superficie. Además, es recomendable evitar el uso de recipientes de cocina muy pesados que puedan causar daños en la placa.
Otro aspecto a tener en cuenta es la instalación de la placa. Es fundamental que la instalación sea realizada por un profesional cualificado, asegurándose de que se cumplen todas las normas de seguridad y que se utiliza el cableado adecuado. Asimismo, es importante evitar el uso de recipientes o utensilios de cocina que puedan causar impactos o golpes en la placa, ya que esto podría dañarla.
¿Cuánto cuesta cambiar el cristal de la vitrocerámica?
Cambiar el cristal de la vitrocerámica puede tener diferentes costos dependiendo del tipo de placa y la marca. Por lo general, los costes de reparación pueden oscilar entre los 24 €, que es el valor mínimo a pagar por la localización de la avería y si no se acepta el presupuesto para su reparación, y los 550 €, en caso de que se trate de placas de un precio medio-alto y sea necesario sustituir el cristal. La media de los costes de reparación se sitúa alrededor de los 245 €.
Es importante tener en cuenta que estos precios son aproximados y pueden variar según el lugar donde se realice la reparación y las características específicas del modelo de vitrocerámica. Además, es recomendable solicitar varios presupuestos antes de tomar una decisión, ya que diferentes técnicos o empresas pueden ofrecer precios diferentes por el mismo servicio.
¿Qué es más caro, vitro o inducción?
La cocina de inducción es considerada la opción más cara en comparación a las cocinas de gas y a las vitrocerámicas. Esto se debe a que es una tecnología más moderna y su instalación requiere de ciertos gastos adicionales. Además, las placas de inducción de última generación suelen tener un precio más elevado.
La principal diferencia entre la cocina de inducción y las otras opciones es el modo en que generan calor. Mientras que las cocinas de gas utilizan una llama para calentar los diferentes recipientes, y las vitrocerámicas utilizan resistencias eléctricas, las cocinas de inducción generan calor a través de un campo electromagnético.
Esto significa que, para utilizar una cocina de inducción, es necesario contar con recipientes de cocina especiales, que sean compatibles con esta tecnología. Estos recipientes deben tener una base de hierro o acero inoxidable, ya que son los materiales que reaccionan al campo electromagnético y generan el calor necesario para cocinar.
Además, la instalación de una cocina de inducción puede requerir de ciertos ajustes eléctricos en la cocina, como la instalación de un cableado específico o incluso la adaptación del sistema eléctrico de la vivienda. Estos gastos adicionales pueden hacer que el precio final sea más elevado en comparación a las otras opciones.