Si eres una persona preocupada por el medio ambiente y quieres contribuir a reducir la cantidad de desechos orgánicos que terminan en los vertederos, el vermicompostador Lidl es la solución perfecta para ti. Con este innovador sistema, podrás convertir tus restos de comida en un valioso compost natural, que podrás utilizar para fertilizar tus plantas y huerto. Además, el vermicompostador Lidl es una opción económica y fácil de usar. Sigue leyendo para descubrir más sobre esta alternativa ecológica y sus beneficios.
¿Cuál es la diferencia entre compost y vermicompost?
La principal diferencia entre el compost y el vermicompost radica en el proceso de descomposición de los materiales orgánicos. En el compostaje, los materiales se descomponen mediante la acción de microorganismos como bacterias, hongos y actinomicetos. Estos microorganismos descomponen los residuos orgánicos y los transforman en materia orgánica estable y rica en nutrientes, conocida como compost. Este proceso se lleva a cabo en pilas o montones al aire libre, donde se proporcionan las condiciones óptimas de humedad, temperatura y aireación para favorecer la actividad de los microorganismos.
Por otro lado, el vermicompostaje implica la utilización de lombrices para acelerar el proceso de descomposición de los materiales orgánicos. Las lombrices, especialmente la especie Eisenia foetida, se alimentan de los residuos orgánicos y los transforman en un producto conocido como vermicompost o humus de lombriz. Las lombrices digieren la materia orgánica y la excretan en forma de pequeños gránulos llamados coprolitos, que son ricos en nutrientes y microorganismos beneficiosos. Este proceso se lleva a cabo en contenedores o camas especiales para lombrices, donde se proporcionan las condiciones adecuadas de humedad y temperatura para el desarrollo de las lombrices.
¿Qué se puede vermicompostar en casa?
En una vermicompostera casera se pueden compostar diversos tipos de residuos orgánicos. Estos incluyen tanto restos de verduras, tanto crudas como hervidas, como posos de café y bolsitas de té. También se pueden agregar alimentos como pan, arroz y pasta, así como cáscaras de huevo. Estos materiales son excelentes para alimentar a las lombrices y producir un compost de alta calidad.
Sin embargo, hay algunos elementos que no se deben añadir a la vermicompostera. Estos incluyen carne y pescado, huesos y espinas, lácteos y cáscaras de frutos secos. Estos materiales pueden generar olores desagradables, atraer plagas o desequilibrar el proceso de compostaje. Además, no se recomienda agregar ceniza de tabaco, ya que puede contener sustancias tóxicas para las lombrices.
¿Qué se le puede echar a la vermicompostera?
Alimentos óptimos para las lombrices en la vermicompostera
En una vermicompostera, las lombrices se encargan de descomponer los residuos orgánicos y convertirlos en un fertilizante natural llamado humus. Para mantener un equilibrio adecuado en el sistema, es importante saber qué se puede echar en la vermicompostera.
Entre los alimentos óptimos para las lombrices en la vermicompostera se encuentran los residuos de comida, como cáscaras de frutas o verduras y pan seco. Estos alimentos son ricos en nutrientes y se descomponen rápidamente, lo que facilita el proceso de compostaje. También se pueden añadir excrementos de animales, como estiércol de vaca o caballo, que aportan nutrientes adicionales al sistema.
Además de los residuos de comida y los excrementos de animales, se pueden añadir otros materiales orgánicos a la vermicompostera, como papeles de tipo periódico o los residuos del papel higiénico. Estos materiales aportan carbono al sistema y ayudan a mantener la humedad adecuada. También se pueden agregar trozos de cartón y madera suave, que se descomponen lentamente y liberan nutrientes gradualmente. Por último, se pueden añadir vegetación seca o verde, como hojas secas o restos de poda, que aportan materia orgánica al sistema.
¿Qué se necesita para vermicompostar?
Para vermicompostar adecuadamente, es necesario contar con las condiciones óptimas para que las lombrices puedan llevar a cabo su trabajo de descomposición de los residuos orgánicos. Las lombrices más utilizadas para realizar el vermicompost son las lombrices rojas, también conocidas como lombrices de California.
Estas lombrices se caracterizan por su color rojo, su cola algo aplanada y amarillenta, y su tamaño que suele oscilar entre 5 y 9 centímetros de longitud y de 3 a 5 mm de grosor. Son especies especialmente adaptadas para vivir en este tipo de ambiente y se alimentan de materia orgánica en descomposición.
Para que las lombrices puedan realizar su trabajo de forma óptima, es importante proporcionarles un entorno adecuado. Algunas de las condiciones necesarias son:
– Temperatura: Las lombrices prefieren temperaturas moderadas, entre 15 y 25 grados Celsius. Por debajo de los 10 grados Celsius, su actividad se ralentiza y por encima de los 30 grados Celsius, pueden sufrir estrés térmico e incluso morir.
– Humedad: Las lombrices necesitan un ambiente húmedo para sobrevivir. El contenido de humedad ideal en el vermicompostaje se sitúa entre el 70% y el 80%. Si el sustrato está demasiado seco, las lombrices pueden deshidratarse y si está demasiado húmedo, pueden sufrir asfixia.
– Alimentación: Las lombrices se alimentan de materia orgánica en descomposición, como restos de frutas y verduras, restos de café, papel, cartón, etc. Es importante proporcionarles una dieta equilibrada y evitar alimentos como cítricos, alimentos grasos o lácteos, que pueden ser perjudiciales para ellas.
– Sustrato: Las lombrices necesitan un sustrato adecuado para vivir y reproducirse. Un buen sustrato para el vermicompostaje puede estar compuesto por una mezcla de materia orgánica en descomposición, como restos de comida, hojas secas, papel triturado, etc.